Casos

Carelife®

Manuel,
caso de emergencia

Manuel vive en un faro en la Costa da Morte (Galicia). Durante la práctica totalidad del día permanece aislado para cumplir con su obligación de salvaguardar la seguridad marítima.

Manuel conoció Carelife® hace unos meses. La instalación de sensores fue determinante cuando una anomalía en el sistema de luces le llevó a subir a lo más alto del faro para realizar una serie de comprobaciones. Bajaba los últimos peldaños de las escaleras, apoyó mal un pie y su tobillo se torció. Sufrió un dolor intenso que le imposibilitó caminar.

La ausencia de movimiento en la zona monitorizada motivó una alerta de los sensores: la alarma llegó a la familia, que dio aviso a los equipos de emergencias. Pocos minutos después, un helicóptero con asistencia médica atendía al farero y lo evacuaba para ser intervenido de un esguince de tobillo de grado III. Manuel ya se recupera del incidente. Pronto regresará al faro sintiéndose protegido por Carelife®.

Miriam,
un embarazo de riesgo

El hijo de Miriam y José nacerá dentro de dos meses. Durante la semana, ella está sola en casa. José trabaja en una ciudad, a 300 kilómetros de distancia.

Tras dos desvanecimientos, los médicos recomendaron reposo relativo a Miriam durante el resto del embarazo.

Carelife® es la solución perfecta para garantizar la tranquilidad de esta pareja: Miriam sabe que José recibe información en tiempo real sobre la actividad en el domicilio. Él consulta su móvil periódicamente y verifica que no hay modificaciones en los hábitos de su pareja. Los doctores que se ocupan de Miriam también reciben información de forma puntual.

Rosa,
recordatorio para la medicación

Rosa tiene 76 años. Vive sola desde marzo: su hija Raquel se mudó a Francia por motivos laborales.
En ocasiones, Rosa olvida tomar sus medicinas para el corazón. Su hija se encargaba de recordárselo y antes de su marcha encontró en Carelife® una solución ideal para garantizar que Rosa sigue su tratamiento.

Cada tarde, a las 19.15 horas, Rosa escucha un mensaje de voz: “¡Hola! Es la hora de tomar el Sintrom”. Los sensores de movimiento registran actividad en la cocina. Cinco minutos más tarde, Raquel recibe por correo electrónico un informe. Los técnicos que instalaron Carelife® configuraron el envío de avisos diarios a su buzón de mail. Madre e hija se sienten tranquilas. ¡Todo está en orden en casa!